julio 22, 2009

«La necesidad de hacer en base a ismos es destructiva, dado que no permite crecer y desarrollarse normalmente en cada ser humano, su mundo interior, unido a su medio social al cual pertenece. Si dejamos la presión de los ismos y pensamos en no ser pintores raros, sino comunes y empezamos a creer, y a querer todo lo que hicieron los pintores antes que nosotros, en nuestra ciudad y en nuestro país, veríamos cuánto bueno y honesto se hizo, al mejor nivel, técnico, formal y creativo. Los grandes maestros de la pintura rosarina y argentina, nos mostraron un gran camino a seguir, original y diferente y que es que cada uno que pinta haga lo suyo, teniendo la mejor formación posible, clásica y universal, y además sentirse unido con cariño a nuestros propios eslabones culturales; en el caso de nosotros pintores rosarinos, a la pintura rosarina, es ahí dentro donde está nuestra idiosincrasia, amasada de años, donde hemos dejado nuestras pasiones, nuestro amor, nuestras creencias, convicciones y luchas diarias».

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